

La presoterapia es un sistema de compresión para combatir la retención de líquidos. Mejora la circulación de la sangre para el tratamiento de problemas físicos como el cansancio, inflamación y sobrepeso y en temas estéticos evita la flacidez y disminuye el aspecto de la piel de naranja.
Además de mejorar la circulación, al perder tensión en los músculos, brinda un cuerpo más relajado y una sensación de bienestar.


¿Cómo funciona?
Consiste en presionar áreas específicas del cuerpo. El usuario se pone una especie de botas, mangas o faja en la zona abdominal que se va inflando hasta producir un efecto de presión regulada que favorece la circulación sanguínea y el flujo linfático.
Esta presión está diseñada para tratar diferentes imperfecciones que se alojan en la piel, consiguiendo localizar las concentraciones de grasa y disolverlas. De esta manera, se consigue una piel más firme, tersa y libre de grasas.
Zonas de Aplicación
Torso, brazos, muslos y piernas.
¿Cuántas sesiones se deben realizar?
Entre 10 y 12 sesiones el primer mes serán suficientes para conseguir resultados visibles. Posteriormente disminuimos la frecuencia de 8 a 10 sesiones por mes para llegar a un mantenimiento de 6 a 8 sesiones mensuales.
¿Cuánto dura cada sesión?
Promedio de 30 a 45 minutos.
¿Qué se siente?
Una pequeña presión y un relajante masaje en las zonas tratadas, es un tratamiento no invasivo e indoloro, que no requiere tiempo de recuperación.
¿Cuándo se notan los resultados?
Aunque depende mucho de la persona y su situación, hacia la mitad del tratamiento, es decir, en la 4ª o 5ª sesión, se empiezan a notar los primeros resultados.
¿Qué se debe hacer tras el tratamiento?
Para que los resultados se mantengan, se recomienda realizar ejercicio periódicamente y mantener una dieta equilibrada evitando el alcohol, la sal y grasas en abundancia. La toma de líquidos como el agua, ayudará para mejores resultados.